Los parques infantiles naturales persiguen la integración de la naturaleza en los espacios de juego, aunque estén en plena ciudad, de forma que los niños puedan experimentarla de forma directa. Parques con pavimentos de materiales naturales, como la arena o la corteza de árbol; con estructuras realizadas a partir de troncos de árboles; con posibilidades de juego abiertas… Parques que son pequeños oasis verdes en plena ciudad, que invitan a la imaginación y no dirigen de forma única las posibilidades de juego, donde los niños tienen la oportunidad de jugar y experimentar con elementos naturales y otros materiales sensoriales a diario.